Tengo una razón de peso, yo hago amigurumis porque me gustan, … ¿y a quién no? míralos tan tiernos y achuchables, lo que me cuesta es desprenderme de ellos…
Pero aunque esa razón sea de las mejores que puede haber, tengo otras para convencerte si aún no lo estás.
5 razones para tejer amigurumis
Una de ellas es la comodidad, puedes tejer sentada cómodamente en tu sofá o butaca preferida, con una manta en las piernas y un café o té a tu lado… no puedes pintar acuarelas en el sofá, ¿verdad?
Otra es el espacio, las lanas para hacer punto ocupan más espacio que los ovillos de hilo, por ejemplo, salvo que te pongas a coleccionar colores, que a todas nos pasa, pero aun así, ocupan menos, casi siempre, depende… (y con lana también se pueden hacer amigurumis)
Mínimo número de útiles necesarios para empezar. En realidad solo se necesita una aguja (o gancho) y un ovillo. Así me enseñó mi abuela, y aún conservo esa aguja, que me transporta siempre a esos momentos. Para rellenar podemos utilizar el relleno de un cojín y como marcadores hilo o un imperdible, ¡y ya está! Con la práctica ya podremos ir adquiriendo (o pidiendo a los reyes magos) mejores agujas y todos los enredos que tanto nos gustan.
Menos tiempo necesario para tener un producto terminado. Otras prendas tejidas (punto o ganchillo) son más laboriosas y necesitan más piezas y mucho más tiempo para tejerlas. Me acuerdo de un jersey con naves y marcianitos que le tejí a mi hijo y que para cuando lo terminé le quedaba pequeño y tuve que hacerle unos añadidos en los laterales y recrecerlo por debajo. Como reto técnico está muy bien, pero resulta un poco frustrante… En cambio, con una bola tejida de ganchillo y poco más puedes hacer un llavero de un pájaro, un gato, un perro, un conejo… lo que se te ocurra, hay muchas posibilidades.
Y por último, facilidad. Llevo más de 10 años haciendo amigurumis y antes hacía prendas de lana a dos agujas o a ganchillo que tienen más dificultad técnica en mi opinión. Mientras que para hacer amigurumis, básicamente tienes que saber tejer cadenetas, punto bajo, aumentos y disminuciones y ya puedes empezar. Y además, en YouTube hay tutoriales en todos los idiomas, para diestros y zurdos, así que solo es cuestión de tener paciencia.
Y un beneficio extra …
Si todas estas razones no te han convencido tengo una más y muy importante. Es muuuuyyyy relajante, para mi es mi momento de meditación. Mientras estoy tejiendo no me cabe nada más en la cabeza, perfecto para callar todo ese ruido y el rum rum que nos persigue casi todo el día.
Ya sea por tener un momento de paz, por descansar de otra actividad, como terapia,… los hobbies son necesarios para cuidar nuestra salud mental y querernos dedicándonos tiempo y yo creo que para eso los amigurumis son perfectos, pero si aun así no te convence siempre puedes adoptar uno, su “mamá” estará encantada de tejerlo para ti.
Si quieres saber qué se necesita para empezar, no te pierdas mi siguiente entrada en el blog …